El hondo torno que crea el río es sin duda uno de los grandes atractivos de la ciudad y lo que le aporta singular encanto. La orografía de Toledo, todo aquello que la circunda, es tan inspirador como el propio interior de la ciudad; son indisociables, no se entiende Toledo sin su río.
Descubrir Toledo desde la distancia, desde los cigarrales, ermitas, los miradores del Valle o desde el Parador, te permite observar a través de una panorámica la belleza de una ciudad rodeada por el Tajo.
A escasa media hora a pie (también puedes llegar en coche) tienes un espectáculo para los sentidos. Y, si te atreves, también puedes correr.
Descubrir Toledo desde la distancia, desde los cigarrales, ermitas, miradores o desde el Parador, te permite observar a través de una panorámica la belleza de una ciudad rodeada por el Tajo, uno de los ríos más largos de España.
También puedes descubrir la riqueza natural y el patrimonio medioambiental que te ofrece la ciudad a través de un simple y tranquilo paseo por la senda ecológica, en la orilla del río, o en los diversos parques que emergen entre el entramado urbano.