Erigido por los Reyes Católicos para conmemorar la batalla de Toro (1476), la traza general de la construcción es obra de Juan Guas y es uno de los mejores conjuntos del gótico hispano-flamenco.
La iglesia es de una sola nave y capillas laterales entre los contrafuertes, destacando la abundante decoración que adorna el crucero y la capilla mayor. En esta última, el esquema decorativo es a base de arcos conopiales y escudos de los Reyes Católicos sostenidos por águilas.
El coro se encuentra situado en alto a los pies de la nave. El crucero está cubierto por un cimborrio octogonal sobre trompas profusamente decoradas. La cabecera, pentagonal, se cubre con bóveda de crucería.
De especial interés es su claustro; en su parte baja posee una abundante decoración de relieves con motivos vegetales, animales fantásticos y representaciones humanas, así como de un buen número de esculturas de bulto.
En su parte inferior está recorrido por una franja con inscripciones relativas a los Reyes Católicos.